El último vuelo de Amelia Earhart

 Amelia Earhart, también conocida como la "Dama del Aire", es una figura destacada en la historia de la aviación. Su último vuelo fue el 2 de julio de 1937, cuando despegó de Papúa Nueva Guinea para dar la vuelta al mundo. 

Earhart y su navegante, Fred Noonan, viajaron casi 22.000 millas, haciendo varias paradas en América del Sur, África y Asia, antes de llegar a Lae, Nueva Guinea, el 29 de junio. El destino final de este vuelo era la isla Howland, una pequeña isla en el Océano Pacífico. Después de una serie de transmisiones de radio informando niveles bajos de combustible, se perdió todo contacto con Earhart. A pesar de una búsqueda exhaustiva, Earhart y el Lockheed Electra 10E nunca fueron encontrados. Hasta el día de hoy, el destino de Amelia Earhart sigue siendo uno de los mayores misterios en la historia de la aviación. Hay muchas teorías sobre lo sucedido, pero ninguna ha sido confirmada definitivamente. Existen varias teorías sobre lo que le pasó a Amelia Earhart. Aquí están tres de los más populares:

- Se estrelló en el mar cerca de su destino. La posición oficial de Estados Unidos es que Earhart y Noonan se quedaron sin combustible mientras volaban a la isla Howland y se estrellaron en el Océano Pacífico. - Aterrizaje forzoso en Nikumaroro: Algunos creen que Earhart se estrelló en la isla Nikumaroro, a 350 millas náuticas de Howland. Los investigadores de TIGHAR especularon que Earhart y Noonan transmitían sus señales de radio por la noche para escapar del calor del día desde sus aviones de aluminio. Es posible que el Electra finalmente fuera arrastrado fuera del arrecife por las olas y se hundiera o se rompiera por las olas. - Fueron capturados y torturados por los japoneses: Esta teoría se basa en la historia de cuando los habitantes de las Islas Marshall que vivían en Saipan tomaron prisionero a un "piloto estadounidense" en 1937. Es importante señalar que estas teorías son altamente especulativas y carecen de respaldo en la comunidad científica en general. La mayoría de los científicos requieren evidencia física concreta antes de aceptar tales afirmaciones.

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