La leyenda de los Niños Verdes de Woolpit es una historia fascinante que tuvo lugar alrededor del año 1100 en el pueblo de Woolpit, en Inglaterra. Según la leyenda, dos hermanos, un niño y una niña, fueron encontrados por los aldeanos cerca de unos pozos de lobo. Tenían la piel de color verde, hablaban un idioma desconocido y solo comían verduras verdes.
El niño murió a una temprana edad, pero la niña empezó a alimentarse con comida local y perdió su tono verde. Aprendió inglés y pudo hablar sobre su vida. Según ella, en su mundo todas las personas eran verdes.
Los niños fueron encontrados por segadores que trabajaban en sus campos durante la cosecha cerca de unas zanjas que habían sido excavadas para atrapar lobos. Fueron llevados al pueblo, donde finalmente fueron aceptados en la casa del terrateniente local, Sir Richard de Caine.
Después de que aprendió a hablar inglés, la niña contó que ella y su hermano provenían de una extraña tierra subterránea a la que llamó la Tierra de San Martín. En ella no había sol, sino un crepúsculo perpetuo. Como ellos, todos los habitantes de la tierra de St. Martin que vivían bajo tierra eran verdes.
Esta leyenda ha sido recordada por generaciones y ha generado muchas teorías y debates. Algunos incluso sugieren que podría describir un encuentro extraterrestre.