El Telescopio Espacial James Webb, también conocido como JWST, es un observatorio espacial desarrollado a través de la colaboración de 14 países. Es operado conjuntamente por la Agencia Espacial Europea, la Agencia Espacial Canadiense y la NASA, y fue diseñado para reemplazar los telescopios Hubble y Spitzer.
El telescopio Webb ofrece una resolución y sensibilidad sin precedentes, y permite una amplia gama de investigaciones en los campos de la astronomía y la cosmología. Uno de sus principales objetivos es observar algunos de los eventos y objetos más distantes del universo, como la formación de las primeras galaxias.
El telescopio Webb está equipado con un espejo primario compuesto por 18 segmentos hexagonales que, combinados, crean un espejo con un diámetro de 6,5 metros. Este es un gran aumento en comparación con el espejo utilizado por el Hubble, que tiene un diámetro de 2,4 metros.
El telescopio se sitúa en el espacio cerca del punto lagrangiano Tierra-Sol L2, y está protegido por un gran parasol, hecho de cinco hojas de Kapton revestido de aluminio y silicio, que mantiene al espejo y sus cuatro instrumentos científicos principales a temperaturas cercanas al cero absoluto.
A diferencia del Hubble, que observa en los espectros ultravioleta cercano, visible e infrarrojo cercano, el telescopio Webb observa en la luz visible de longitud de onda larga (naranja a rojo) a través del rango del infrarrojo medio (0,6 a 27 μm). Esto permite que el telescopio Webb realice una amplia gama de investigaciones a través de muchos subcampos de la astronomía.
En resumen, el Telescopio Espacial James Webb es una herramienta revolucionaria que permitirá a los científicos explorar el universo como nunca antes, proporcionando una visión sin precedentes de los orígenes del universo y nuestro lugar en él.