"El Secreto de los Jeroglíficos" es un documental que se centra en la historia del descubrimiento y descifrado de la Piedra Rosetta, un fragmento de una antigua estela egipcia que tenía tres inscripciones en diferentes escrituras: jeroglíficos, demótico y griego.
El documental explica cómo la piedra fue encontrada por un soldado francés en 1799 durante la campaña de Napoleón en Egipto, y cómo desató una carrera entre los eruditos franceses y británicos para desbloquear los secretos de los jeroglíficos, que habían sido ilegibles durante siglos.
Además, el documental explora el contexto histórico y cultural del antiguo Egipto y la fascinación que despertó en Europa y América. Muestra los desafíos y rivalidades a los que se enfrentaron los lingüistas, así como los avances y errores que cometieron, hasta que Jean-François Champollion anunció el desciframiento de los jeroglíficos en 1822.
El documental destaca la importancia de la Piedra Rosetta como una clave para entender la literatura y la civilización del antiguo Egipto, y como un símbolo de la búsqueda humana de conocimiento.
Jean-François Champollion, también conocido como Champollion le jeune ('el Joven'), fue un filólogo y orientalista francés, conocido principalmente como el descifrador de los jeroglíficos egipcios y una figura fundacional en el campo de la egiptología.
Champollion jugó un papel crucial en el desciframiento de los jeroglíficos egipcios. A la edad de 16 años, Champollion ya había dominado seis lenguas orientales antiguas, además del latín y el griego. El desciframiento de los jeroglíficos se convirtió en su constante preocupación.
Después del modesto éxito del físico inglés Thomas Young en el intento de descifrar la Piedra Rosetta, que estaba grabada con un texto griego junto con versiones jeroglíficas y demóticas, Champollion finalmente comenzó a armar el rompecabezas de los jeroglíficos.
En 1821-1822, comenzó a publicar trabajos sobre los elementos jeroglíficos y hieráticos de la Piedra Rosetta, y logró establecer una lista completa de signos jeroglíficos y sus equivalentes griegos. Fue el primero en reconocer que algunos de los signos eran alfabéticos, algunos silábicos, y algunos determinativos, es decir, representaban una idea o un objeto completo previamente expresado.
Aunque muchas puertas aún esperaban ser abiertas, la clave para entender el antiguo Egipto finalmente había sido encontrada. Sus brillantes descubrimientos se encontraron con la oposición, a menudo amarga y personal, de algunos otros eruditos.
Champollion se convirtió en curador de la colección egipcia en el Louvre (1826), llevó a cabo una expedición arqueológica a Egipto (1828), y recibió la cátedra de antigüedades egipcias, creada especialmente para él, en el Collège de France (1831).
En resumen, el papel de Jean-François Champollion fue fundamental para el desciframiento de los jeroglíficos egipcios y para el desarrollo de la egiptología como disciplina científica.
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