Stonehenge en América: Misterios Enterrados Revelados
Explora las teorías y descubrimientos tras la posible réplica americana de uno de los monumentos megalíticos más enigmáticos del mundo. 🎥
Introducción a Stonehenge en América
En Salem, New Hampshire, se alza America’s Stonehenge, un conjunto de cámaras y muros de piedra que algunos datan en más de 4 000 años de antigüedad :contentReference[oaicite:0]{index=0}.
Este sitio arqueológico privado, también conocido como Mystery Hill, presenta grandes bloques dispuestos en alineaciones cuyo propósito preciso aún se debate :contentReference[oaicite:1]{index=1}.
La falta de hallazgos cerámicos de época europea ha llevado a descartar un origen céltico, según expertos de la Universidad de Boston :contentReference[oaicite:2]{index=2}.
Investigaciones de el Servicio de Parques Nacionales revelan que comunidades precolombinas orientaron estructuras para seguir solsticios y equinoccios :contentReference[oaicite:3]{index=3}.
Contexto histórico y debates actuales
La hipótesis de que constructores prehistóricos recurrieran a conocimientos astronómicos complejos conecta este lugar con otras culturas de América del Norte :contentReference[oaicite:4]{index=4}.
Series como America Unearthed han popularizado la idea de un vínculo directo entre esta estructura y Stonehenge en Inglaterra :contentReference[oaicite:5]{index=5}.
No obstante, informes periodísticos recientes señalan que la datación de las piedras sigue sin confirmar su antigüedad exacta, generando escepticismo entre arqueólogos profesionales :contentReference[oaicite:6]{index=6}.
Otros investigadores proponen paralelismos con círculos de piedra de Mesoamérica, como el observatorio de Caracol en Chichén Itzá, que refleja una función astronómica similar :contentReference[oaicite:7]{index=7}.
Continuará en la Parte 2…
Parte 2: Teorías de origen y estudios de campo
Hipótesis de constructores antiguos
Entre las teorías más difundidas, algunos investigadores sugieren que marinos de culturas mediterráneas —como fenicios o minoicos— pudieron arribar a la costa noreste de América y erigir la piedra, basándose en similitudes arquitectónicas con templos megalíticos del Mediterráneo :contentReference[oaicite:0]{index=0}.
Otras líneas argumentan un posible origen céltico o incluso vikingo, apelando a tradiciones de navegación solar y lunar que estas civilizaciones dominaban hace más de 3 000 años :contentReference[oaicite:1]{index=1}.
Más recientemente, autores como Mary Gage defienden que fueron pueblos indígenas precolombinos quienes levantaron la estructura, destacando técnicas de talla de piedra documentadas en otras regiones de Norteamérica :contentReference[oaicite:2]{index=2}.
Investigaciones arqueológicas y dataciones
Durante excavaciones sistemáticas en Mystery Hill se han obtenido al menos 15 fechados por carbono-14 de restos de carbón vegetal, arrojando fechas tan antiguas como 180 a.C. y 1045 a.C. :contentReference[oaicite:3]{index=3}.
Sin embargo, estudios posteriores realizados por la Universidad de California en Riverside indican una datación media de aproximadamente 650 d.C., lo que sugiere una fase de ocupación tardía :contentReference[oaicite:4]{index=4}.
Especialistas de la Universidad de Boston descartan un origen europeo en la Edad de Bronce, al no hallarse cerámica ni herramientas asociadas a esas culturas :contentReference[oaicite:5]{index=5}.
Distribución de fechas en el sitio muestra un continuo de actividad entre el 180 a.C. y el 1 000 d.C., evidenciando múltiples fases constructivas :contentReference[oaicite:6]{index=6}.
Comparativa arqueoastronómica con Stonehenge en Inglaterra
Alineaciones solares y lunares
Al igual que el monumento de Wiltshire, las estructuras de Salem presentan ejes orientados hacia la salida del sol en solsticios de verano e invierno, lo que sugiere un claro propósito calendárico :contentReference[oaicite:7]{index=7}.
Además, recientes investigaciones en Stonehenge (Reino Unido) han documentado un alineamiento con los extremos del ciclo lunar de 18,6 años, planteando comparaciones con posibles observatorios lunares en América :contentReference[oaicite:8]{index=8}.
Similitudes estructurales y funcionales
Ambos sitios comparten rasgos como “corredores solares” —pasillos de piedras que enmarcan el equinoccio— y hileras de cámaras semicirculares, utilizados para rituales estacionales :contentReference[oaicite:9]{index=9}.
La disposición en herradura de bloques, presente en Mystery Hill, recuerda al “hiposhaped horseshoe” de Stonehenge, adaptado a escala local y con variaciones en su medida y orientación :contentReference[oaicite:10]{index=10}.
Debates académicos y perspectivas futuras
Críticas y escépticos
Algunos arqueólogos advierten del riesgo de “hallazgos sesgados” al buscar únicamente alineaciones astronómicas, pues hay centenares de formaciones rocosas que, por azar, se alinean con puntos solares :contentReference[oaicite:11]{index=11}.
El consenso actual mantiene la cautela: sin contexto funerario ni artefactos fechables vinculados directamente a la estructura, las teorías de origen exótico siguen siendo especulativas :contentReference[oaicite:12]{index=12}.
Nuevas metodologías y tecnologías
Aplicaciones de LiDAR y drones 3D están transformando el estudio de Mystery Hill, permitiendo mapear cámaras subterráneas ocultas y analizar microalineaciones con gran precisión :contentReference[oaicite:13]{index=13}.
Por su parte, la datación por luminescencia y el análisis geoquímico de la pátina en los bloques prometen afinar los rangos cronológicos y confirmar si hubo fases constructivas anteriores al primer milenio d.C. :contentReference[oaicite:14]{index=14}.
Estos avances abren la puerta a despejar viejas incógnitas y a situar a Stonehenge en América dentro del panorama global de monumentos arqueoastronómicos. 🔭